lunes, 16 de noviembre de 2009

...y siempre pienso en ese algo

Por qué me duele tanto tu presencia como tu ausencia,
si estás aquí la alegría me dura poco y cuando no te veo
la tristeza me carcome de a pocos,
noto que te pienso más de lo debido y eso me hace tambalear
como si hubiera bebido.
Cojo tu pelo por momentos y me acomodo en tu pecho
respiro cerca tuyo y me aferro sin disimulo,
me acerco y voy retrocediendo
te acercas y vas retrocediendo,
el juego de besos ha acabado hace mucho tiempo
tus recuerdos los llevo desde hace un tiempo.
Me pregunto lo mismo sin entenderme
sigo aqui sin comprenderte,
que nos pasó en aquel momento
que fue de aquel recuerdo,
acaricio tus brazos tan lentamente
acaricio tus brazos rápidamente
roce tras roce, sonrisa y una bebida
brisa marina y mi vida es tu bebida
y la tomas a sorbos lentos cuando quieres
la acabas cuando menos prefieres.
Nunca me saco de la mente lo que hicimos
y siempre pienso en ese algo
en como podría volver a ese algo,
en como podría volver a tus brazos.

2 comentarios:

Adur dijo...

Algunos nos llaman románticos. Y lo somos. No por ser el amor un tema que aflora en nuestos versos y prosas. No. Somos románticos porque vivimos del recuerdo. Pame, somos lo que somos.

Pamela Caballero dijo...

Sí armando así somos aunque pocos nos entiendan y muchos nos juzguen. Pero, qué podemos hacer sino plasmar los sentimientos y callarlos frente a esa persona