Confesarte que no me entiendo a veces tiene sentido,
logra ayudarme, por momentos calmarme
pero no llega más alla,
no eleva, y aunque en el fondo lo calles
sé que lo sabes.
Pongo algo de música y los recuerdos cobran vida,
incluso los imagino conmigo,
me abrazan por la espalda envolviéndome en tu cuerpo,
me besan con ternura como alguna vez fueron,
tal vez fue mi culpa idealizarlo de esa forma,
tal vez no debí pensarte como mía.
Pesa, la carga pesa,
por más que lo intento no consigo soltar las riendas,
se aferran, ¿Por qué? Explícame porque sucede eso.
Un aire que ya no siento aun lo respiro, aun está presente y late,
eso es lo peor, que late.
Para ser un día soleado,
hace frío aquí adentro,
ojala pudiera descifrar lo que siento,
encontrarme en tus ojos
y en el sabor de tus labios, pero eso no quiero,
no es lo que yo quiero.
Confesarte que no me entiendo solía tener sentido.
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