Definitivamente solo tenía que abrazarla,
en estos momentos
podría alejarme
plantear un adiós
un acuerdo tácito sería dado
y tras un abrazo
continuaría mi paso despacio, de largo
sin mirar atrás para que el dolor sea manejable.
¿A quién engaño?
Nunca ha sido mi intención alejarme de tus besos
no hay recuerdo ni manifiesto de dolor
por alguna palabra dicha ni escuchada
calor en el alma
y es tan perceptible como el rojo de tus cabellos
no es en vano, no
cada momento compartido no es en vano
incluso en noches como esta
cuando mis impulsos sobre ti se mantienen a tope
y la sonrisa generada se eleva
buscando transformarse en un beso,
posarse en tu pecho
manos blancas, que en la distancia,
buscan conectarse a mi anatomía
dime cariño,
¿En qué lado de tu cama
dejarás que el rastro de mi aroma
se prolongue esta noche?
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