La musica adormece mis oidos
y aquí hace frío,
la magia de tu vida
aún me abriga
recordando aquel momento
que tu risa se unio a la mía;
que tus labios en su dulce letanía
marcaron mi vida.
Como no esperarte en mi alma,
como no adorarte en mi locura,
como no amar tu nombre,
y pensando en aquella noche nuestra;
espiritualmente nuestra,
me pongo a volar llegando a ti,
perdiendome en ti,
llorando por ti.
En mi pausado caminar
prometí encontrarte;
esperarte,
besarte
y abrazarte.
No he sabido esperar,
no quiero esperar más,
camino por tu mente
buscando la conexion a tu corazón,
buscando los millones de motivos
que me llevaron a ti,
que aún me llevan a ti.
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