Y cuánto quisiera verla de nuevo
pero esta vez
que los muros entre ambas
desaparecieran,
una caminata nocturna
o a plena luz del día si se le antoja,
da igual,
mientras yo la escucho hablar,
mientras yo la veo sonreir;
mientras yo me pierdo
en su cabello negro ondeado y ondeando
mientras...
si tú la vieras
entenderías mi mirar hacia ella,
en especial, cuando la dejo de soñar.
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