Como no sonreirte mientras el sol
alumbraba nuestros cuerpos,
como no mirarnos al hablar
como no acariciar tu cuerpo sutilmente,
aquellos viejos hábitos mios no morirán contigo.
Miro tu rostro y beso tu mejilla sin que me lo pidas,
sintiéndote tan cerca
tan cerca que los cuerpos estorban
tan cerca que no puedo controlarlo,
tan juntos que el haber nacido en cuerpos separados
sea tan solo un error de la naturaleza.
El cálido día nos ha envuelto en su totalidad
la belleza del clima se plasma
en aquel bello parque
donde casi me animo a robarte un beso,
casi, casi, casi
mientras me animo tal vez y esos labios
ya hayan sido besados por algunas menos tímidas que yo,
mientras me pongo a pensar
tal vez y ya seas de otra persona,
mientras sueño que tus caricias son para mí
me despierto con el pensamiento
de que sí debí robarte aquel beso
y con la sensación de que todo tal vez
no sea más que un sueño.
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