Y busqué saciar mi sed de venganza
enlazarme en tu cuello para no perderte,
entregarme a ti cuando lo quisieras
para cuando me desearas.
Abrí los brazos y me aferré a tu pecho
besé tus labios y me entregué en silencio
cubrí el vacío creando sentimientos
alucinandote por un momento
por tan solo un momento.
Tome conciencia luego
cuando el velo había caído
y ya de mí te habías ido,
muy tarde para mi fortuna
en mi ya habías crecido;
aquellas frases rotas la cargo ahora conmigo
asi como el desastre que llevo marcado por ti.
Aún osas querer engatusarme
de cuando en cuando
y no sé que más haré,
si me alejaré en silencio sobre mis pasos
o si me perderé en tus coqueteos con un "te quiero".
1 comentario:
Projundo, projundo, projundo...
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